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Santos y divinidades protectoras

En el cristianismo son diversos los santos auxiliadores o protectores de la enfermedad de la viruela. El más representativo es San Nicasio, Obispo de Reims, que sobrevivió a la viruela. Fue decapitado por los Hunos en el siglo V y se convirtió en el santo protector de la viruela. En el santoral católico, podemos encontrar santas que durante la declaración de una epidemia, se les solicite su intercesión, como Santa Bonosa en Italia, o Santa Eulalia de Mérida en España, ambas representadas en grabados del siglo XIX.

En otras culturas también se encuentran divinidades protectoras de la enfermedad. En la India la diosa Shitala Mata, diosa de la viruela, la podemos ver en una representación de un pequeño bronce en la vitrina. Los hinduistas creen que cada vez que Shitala se mueve, se caen unos granos del cesto que lleva sobre su cabeza y que cada grano se convierte en una pústula de la viruela. Las víctimas de la enfermedad sobrevivían si la diosa había lavado los granos derramados con agua del cántaro que llevaba en una de sus manos, pero fallecían si Shitala blandía la escoba que sostenía en la otra mano.

En el arte africano, podemos observar una escultura en madera de la cultura Yoruba de Nigeria.

Díptico del Museo